“Vanidad de vanidades,” dijo el Predicador; “vanidad de vanidades, todo es vanidad.”
Eclesiastés Todo es vanidad (21:1:1 – 21:1:11)
¿Qué tiene que ver las redes sociales con “la gestión de la Vanidad”?
Gestión de la Vanidad 2.0 el fenómeno de la hipercomunicación a través de la web 2.0 que nos permite conectarnos con millones de personas transporta a la red los escenarios clásicos de las relaciones humanas, y como no, uno de los motores más potentes es la vanidad.
La vanidad es el orgullo basado en cosas vanas… llegar a conocer “La sombra” (Una de las ideas más interesantes de Carl Gustav Jung) de aquellos que son nuestros seguidores, nos permitirá obtener, satisfaciendo la “vanidad” un rendimiento más productivo de nuestras acciones en redes sociales y por ende de nuestras relaciones profesionales.
Un ejemplo, las mujeres que basan su autoestima en su apariencia tienden a compartir más fotos en línea. Los investigadores dicen que los resultados revelan que las mujeres que se identifican más fuertemente con su imagen y apariencia, le dan mayor uso de Facebook , como plataforma para competir por la atención.
La vanidad está presente en nuestras vidas, forma parte de un mecanismo íntimo y universal del ser humano. Maslow, en su famosa teoría de las necesidades, las jerarquizaba en una pirámide donde, tras la satisfacción de las necesidades fisiológicas, de salud y seguridad, situaba las necesidades de pertenencia, de estima y reputación y, finalmente, de autorrealización.
La vanidad tiene que ver con los tres últimos niveles. Hay una vanidad de ostentación hacia los demás, pero también hay una vanidad interior hacia uno mismo. La cuestión es que estamos dispuestos a “pagar” por ella y es ahí donde empieza la “Gestión de la Vanidad”.
La vanidad moviliza grandes energías, (lo digo por propia experiencia) somos capaces de hacer cosas por vanidad que muy posiblemente no haríamos por casi ninguna otra razón. Hay importantes organizaciones “sin amino de Lucro” que son verdaderos maestros en la gestión de la vanidades ….en la magnífica novela de Tom Wolfe ( en la que debuto triunfalmente como novelista)“ La hoguera de la vanidades” Wolfe ejemplifica en el personaje de un yuppie, un asesor financiero que se ha convertido en la estrella de una firma de brokers, pero que se ve inmerso en rocambolescas dificultades jurídicas, matrimoniales e incluso económicas a partir de la noche en que se pierde por las calles del Bronx cuando llevaba a su amante del aeropuerto Kennedy a su nido de amor.
Si queremos tener una página social en cualquier red social, dediquemos tiempo y esfuerzo a “gestionar las vanidades” de nuestros seguidores ( y dejemos la nuestra de lado) especialmente si es una Fan Page, eso nos ayudara a mantener la atención de más seguidores y por ende conseguiremos una mayor viralidad de la misma.
J.Cuni